Los
conceptos de culturismo y fitness se confunden en muchas ocasiones a pesar de
tener marcadas diferencias, vamos a destacar algunas diferencias de los principales puntos
que separan estos dos deportes tan
similares:
Hace años el fitness era sinónimo de mantener el cuerpo sano, en forma, funcional y estético. Se trataban de mejorar las siguientes capacidades: tonificación, flexibilidad, resistencia cardiovascular, fuerza y resistencia muscular, constitución física, agilidad, equilibrio y velocidad y no se buscaba necesariamente un gran aumento de la masa muscular. Hoy en día el fitness está más ligado al culturismo y existe una estrecha línea que los separa, se podría decir que es un culturismo menos extremo, más moderado.
El fitness es para aquellas personas que sobre todo quieren perder grasa corporal sin ganar un volumen excesivo de musculatura, aunque puede depender de cada caso. Este deporte está más orientado en conseguir la combinación perfecta entre tamaño, peso, estética y funcionalidad en cambio el culturismo se centra más en conseguir una definición y un volumen de músculos extremos en simetría sacrificando como mínimo un porcentaje de funcionalidad. Por lo general los hombres deberán perder grasa corporal hasta llegar a un 8-6% como mínimo y un 10-12% como mínimo en el caso de las mujeres.
El culturismo lo realizan aquellas personas que quieren aumentar su masa corporal de forma muy considerable, manteniendo sus niveles de grasa corporal por debajo del 10%, pero en algunos casos se puede llegar al 2-4% en competiciones de alto nivel.
El
entrenamiento fitness su objetivo es el desarrollo integral de todas las
cualidades físicas: un entrenamiento cardiovascular para desarrollar
la resistencia aeróbica, un entrenamiento con cargas para potenciar el sistema
muscular y ejercicios que potencien la flexibilidad, todo ello
acompañado de una alimentación correcta y equilibrada. Si es necesario, tomando
la suplementación apropiada en cada caso particular. Lo detallado anteriormente
permite a la persona mejorar su resistencia cardiovascular, su flexibilidad, su
fuerza y resistencia muscular, aporta más agilidad y equilibrio, velocidad,
tonificación, y mejora la constitución física, proporcionando longevidad,
calidad de vida y belleza.
Debido a que en culturismo se busca una masividad extrema son comunes los periodos más largos de volumen, el consumo de cantidades altas de calorías y proteínas para mantener y desarrollar aún más esa masa muscular, además es frecuente el consumo de fármacos (esteroides androgénicos y anabólicos, HGH, insulina, metformina, SERM, DNP, etc.) en dosis habitualmente altas y ciclos largos, incluso en los niveles profesionales más altos, prácticamente durante todo el año. Esto también sucede en el fitness y en otros deportes, aunque en culturismo se ve bastante. Sin embargo, existen igualmente competiciones naturales de culturismo y fitness, donde existen controles antidopaje; siendo algunas federaciones más estrictas que otras, realizándose controles sólo precompetición o durante todo el año.
El peso de un cuerpo fitness suele estar entre 70 y 85 kilogramos definidos para una persona de talla media.
En cambio, el peso de un cuerpo culturista suele estar entre los 90 y 105 kilogramos definidos para una persona de talla media.
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